lunes, 26 de agosto de 2013

1988 hasta 1992 RCTV


RCTV fue una escuela muy importante. Entré a trabajar al mes de haber dado a luz y un 27 de mayo comencé de nuevo a vivir. Desde 1988 el mundo de las noticias se volvió mi mundo. Trabajaba desde las 2 hasta las 10 de la noche además de no dormir para darle pecho a Andrés Elías quien apenas tenía mes y medio de nacido. Nada me pesaba porque adoraba mi trabajo. Todavía hoy añoro demasiado el trabajar en la televisión. Mi año en Venevisión fue lo máximo y RCTV sería mi casa hasta 1991. 

Eran épocas de tubazos y competencia entre canales por cubrir más, mejor, primero, la noticia. Varios éxitos tuve durante mi desempeño. Éxitos que me llenan de profunda satisfacción. El primero fue cuando el presidente Carlos Andrés Pérez asumió el segundo mandato. Primero, me enviaron en avión privado a entrevistar al presidente de Guyana para nuestro programa especial. Fue un viaje relámpago y fui porque sólo yo hablaba inglés. En segundo lugar, por mi cuenta estructuré toda la programación de tres días en los que el canal transmitiría únicamente lo que pasaría en el país alrededor de la toma presidencial. Algunos la llamaron la Coronación porque fue un evento de tres día en el que los presidentes de muchos países vendrían a una ceremonia en el Teatro Teresa Carreño, propia de emperadores reyes y zares. 

En cuanto a la División Informativa concernía, teníamos que llenar la señal de esos días con puro trabajo de prensa. No habría magazines, ni comiquitas, 72 horas de producción de la noticia. A mi nadie me dijo nada pero personalmente me senté a escribir el plan, cómo sería esa programación. Todavía conservo el original de ese ejercicio. Más tarde supe que en una reunión de gerencia, Marcel Granier preguntó: “Cuál es el plan que tiene Prensa para estos días que vienen?”, Luis Huelga, productor del noticiero entonces, dijo que tenía todo listo y bajó a mi escritorio, tomó mis documentos y subió a presentarlos en la reunión. La historia me la contaría Gustavo Basalo, VP de Programación, quien estaba presente en la reunión y quien fue mi jefe meses más adelante cuando Elizabeth Pérez pudo más que todos juntos y me corrió de Prensa. Una de las cosas que no soportó fue que el doctor Eladio Láres, presidente, me asignara a mí para sustituir a Dhamelis Díaz en su programa con Carlos Fernándes en la mañana. Esa tarea de 15 días me costó la paz y la tranquilidad hasta tener que irme del departamento. Creo yo que fue así. Mucho tiempo después, la volví a encontrar.

Fue una época bellísima. Giovanni Daboín, uno de los reporteros, y yo comenzamos a salir cuando Andrés tenía como 6 meses y me di cuenta que mi matrimonio no tenía solución. Armando me había dicho mentiras y me había decepcionado de su comodidad y su poca comprensión de la responsabilidad que implicaba que nos habíamos casado. Allí se terminó todo. Giovanni es un ser excepcional. Me cuidó a mi y a Andrés pero no terminé de enamorarme. Quizás era demasiado prematuro. Estaba tratando de abrirme paso en el canal, de vencer las batallas de la envidia y la necedad. Giovanni veía todo muy simple y yo no estaba segura de que eso era lo que yo quería. Andrés ocupaba mi espacio, mi vida y mi dedicación, no había nada más en qué pensar. Mis recuerdos más bellos, haber sido la “madrina” de Sergio Novelli y mandarlo a la calle para que comenzara a reportear. Así dejó la sala de redacción y se convirtió en un personaje de la noticia. Compartir con Norberto Mazza, Jaime Suárez. Aprender de Carlos redondo y contar con Sol Vargas como compañera de trabajo. Maria Isabel Arriaga, Ana María Fernández, Maria Cristina Beneyto y Alba Cecilia Mujica, mis compañeras de lucha.

Todavía en 1989 estaba trabajando como Jefe de Producción del Noticiero Estelar de las 11:00 p.m. y en febrero de ese año, pasó lo peor. Carlos Andrés Pérez, con su gabinete  de los IESA Boys, tomó como medida el aumento de 0.25 centavos de bolívar a la gasolina y, de la noche a la mañana, por no haber comunicado y ejecutado esta medida idóneamente, comenzó una explosión social en Guarenas. Saqueos, incendios, quemas de caucho, etc. iniciaron lo que se convirtió en el inicio de la debacle de Venezuela.

Tres día de disturbios en toda Venezuela, justo semanas después de que el nuevo presidente de Venezuela tomaba el poder. En canal estuvo rodeado por la GN durante días para protegernos. La gente saqueó casas, tiendas, automercados, etc. Hubo toque de queda y teníamos que andar con salvo conductos para poder llegar a Los Cortijos. Nos entrevistaban de emisoras de radio de todo el planeta para que diéramos nuestra versión. Las cosas llegaron a calmarse después de muchos disparos y muertos. Y repito, Venezuela no volvió a ser la misma después de esto. Aunque no llegaría a ser el peor momento del país.

De 1990 a 1991 transcurrió una suerte de momentos tranquilos bajo la amenaza constante de Elizabeth Pérez de sacarme de RCTV. El hecho de que Giovanni me prefiriera, por decirlo de alguna manera, y de que el Dr. Lares me seleccionara a mi para la suplencia, desataron la ira de los Dioses y estaba yo condenada a morir. No hubo forma de arreglar aquello y en una movida rápida y concertada entre Gustavo Basalo y yo, Director de Programación, fragüe el traslado de Prensa a Programación.

Ya mis hermanas se habían casado. Las tres. Adriana ya había tenido a Melanie, su hija mayor, hermosa y brillante una nina super inteligente y preciosa. Melanie habia tenido a Fernando y Ana Maria no había tenido hijos. Carmen Cristina se había casado por segunda vez con Simón, un novio que había tenido en su juventud.
 
Andres en su primer cumpleanos, 1989. Terrazas del Avila.
Atrás quedarían los tiempos de noticias, correderas, sucesos, microondas y camarógrafos. Terminaba para mi entonces el periodismo en televisión. Con todo el dolor de mi alma y que todavía tengo como el de un viejo amor. La televisión es un amor, quizás el más genuino, el amor más grande que he tenido. Giovanni se desapareció de mi vida no sé ni cuándo. Le debo tanto porque estando tan sola, compartió mis penas y mis noches solitarias. Los episodios de más necesidad en la crianza de un bebé fueron menos duros por su apoyo. Andrés se prendió en lechina y mi mamá me quitó la preocupación del contagio asegurándome que ya lo había padecido. No fue cierto. Ella no tenía idea y Andrés me contagió justo cuando comenzaba a trabajar con Gustavo. De inmediato se la pegué a Giovanni. Un desastre! Giovanni llamaba a Andrés Cuqui Cuqui. Lo quiso mucho. Y a mí. Cuánto lamento no haberme enamorado igual. Así deje de verlos a todos. A Maria Cristina, Maria Isabel, Alba Cecilia, Sergio, Orlando. Inmediatamente me mudé al piso de arriba y la experiencia fue absolutamente diferente y sabrosa.
Me quedó la satisfacción de haber entrevistado al presidente de Guyana, haber dirigido la toma presidencial, haber dado unos cuantos tubazos y haber tenido éxito en mi desempeño.
Viajé a Acapulco, a Orlando, conocí mucha gente, disfruté y luché por el futuro que me había imaginado sin éxito. Claro que yo también debo haber actuado y sido inadecuada, mi carácter, mi inmadurez, no lo sé. Pero siempre he querido salir adelante y lograr mis metas. No lo logré.
Me duele profundamente. Haría lo que fuese para corregir donde me equivoqué. Pero el pasado pasó y no podemos lamentarnos sobre el agua derramada.

Mis trabajos fueron buenos: dirigi en el Master de RCTV toda la recepción de los mandatarios del mundo cuando llegaron a la toma de posesión de CAP, viaje a entrevistar al presidente de Guyana en el avión del presidente de RCTV, participe en todo el desarrollo de las noticias durante el Caracazo de 1989, Fui la productora del club Disney, el festival de Acapulco y personalmente encargada de MENUDO cuando llegaba a Caracas.
Mi matrimonio con Armando se deshizo sin remedio. Le falto ambición  deseos de superacion y yo estaba llena de ganas y de ilusiones. No funciono estando el en Mérida y yo en Caracas. No estaba por graduarse como me dijo, todavía pasaron unos cuantos anos mas para que terminara la universidad.
Desde 1988 hasta casi 1992 mi vida se desarrollo entre Los Cortijos, La Campiña y Quinta Crespo. Trabaje durisimo, aprendí montones. Me divertí bastante y levante a mi negrito sola. Sin esposo y sin ayuda de la familia. Pedir que me ayudaran con Andres era perder el tiempo. Recuerdo a mi mama decir que la nariz de Andres parecía una escopeta morocha y mi tía Ana Dolores, decirle que si no tenia nada mejor que decir, que mejor no dijera nada... Jamas quería mi mama quedarse con el ni siquiera el día que murió el hermano de Erika, para ir yo al entierro. 
Mi papa ya estaba muy enfermo. Recuerdo comentar que tenia un color de piel extraño  y su semblante ya no era el mismo. 
Recuerdo un día que fuimos todas a almorzar con el y de repente dijo que tenia una deuda conmigo porque mis hermanas siempre le pedían dinero y que yo nunca le pedía, le pidió entonces a Carmen Cristina que me hiciera un cheque y yo, absolutamente anonadada.
Así de justo era.
Andres de 2 anos, 1990.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"....mis hermanas siempre le pedían dinero....." QUE TE PASA?

MARU dijo...

Hola Negrita,eres una mujer luchadora,que por mas que has tenido miles de tropiezos,te paras y sigues adelante,digna de admiracion(de quitarse el sombrero),siempre lo comento.Dicen que despues de la tormenta viene la calma.Algun dia se te recompenzara,ya veras.TQM.Amiga