Resistencia frente a la destrucción o la capacidad de proteger la propia integridad a pesar de la presión, la superación de las crisis, el dolor, la muerte, la pobreza, como situaciones límites ante las cuales se resiste el ser humano, como luchador innato y sobreviviente de la esperanza; la capacidad de construir o reconstruir su propia vida a pesar de las circunstancias difíciles. "Solo una sociedad madura para los conflictos, es una sociedad preparada para la paz".
lunes, 4 de abril de 2011
Evolución: No está claro todavía entre los investigadores, cuáles son exactamente las cualidades por las que, personas en situaciones verdaderamente sin esperanza alguna como las relacionadas con historias de cáncer, muerte de seres queridos, la quiebra de empresas, el quedarse desempleado abruptamente, o sin pareja, o con historias de hijos de padres alcohólicos, o drogadictos, sobreviven y salen adelante como resultado de una particular capacidad para sobrevivir (resilience), sin que estas situaciones las ahoguen y las arrastren hasta el fondo. El termino resiliencia viene de la palabra en ingles resilience que no tiene una traducción exacta en español, pero que significa capacidad de rebote ( bouncing back, pararse otra vez), una cualidad muy particular para resistir que evidencian los seres humanos sobrevivientes de crisis severas. Las investigaciones sobre esta característica humana para la sobrevivencia, las inicio hace 40 años el doctor Norman Garmezy , hoy profesor emérito de la Universidad de Minnesota en Minneapolis, quien investigó cómo era que muchos hijos de padres esquizofrénicos no sufrían de las terribles enfermedades psicológicas, propias de crecer en un hogar con padres traumatizados. En los campos de concentración durante la II guerra mundial, los sobrevivientes denominaban esta cualidad "escudo plástico", con lo cual se referían a la habilidad para hacer rebotar la adversidad. Más tarde el psiquiatra austriaco Víctor E. Frankl, ideó su concepto de "terapia del significado" , que él mismo utilizó como prisionero en el campo de concentración de Auschwitz, cuando se imaginaba continuamente a sí mismo dando clases y conferencias después de la guerra sobre la psicología de los campos de concentración, de manera que el mundo conociera cómo había sobrevivido. No es ni la educación, ni la experiencia, ni el entrenamiento, ni el conocimiento, ni la intuición lo que explica la resiliencia. Las investigaciones más recientes documentadas en el trabajo de Diane L. Coutu, Harvard Business Review, May 2002, evidencian que la resiliencia tiene tres pilares fundamentales que son igualmente validos en los casos de enfermedades terminales, crisis sociales, en las olimpiadas y en las organizaciones. Las tres cualidades medulares de la resiliencia son: 1) Una fría comprensión y aceptación de la realidad; 2) Una profunda creencia en que la vida sí tiene significado, apalancada en valores muy sólidos; y 3) Una extraña y misteriosa habilidad para improvisar, para "inventarse una" en medio de la adversidad. 1) Comprendiendo la realidad. Las investigaciones evidencian que los sobrevivientes de la adversidad (las personas con resiliencia), tienen una comprensión de la realidad lapidaria y con los pies muy puestos sobre la tierra, mas allá de ilusiones justificadoras, de lo poco que le guste esa realidad y de lo aterradora que ésta sea. Para cambiarle la perspectiva a una desmoralizada fuerza de venta como la que existe hoy en Venezuela por ejemplo, seguro que es una herramienta útil fortalecerles su sentido de oportunidades en medio de la crisis. Pero para afrontar la terrible situación que viene, se requiere más que optimismo. Es indispensable una fría comprensión de la devastadora realidad. A veces, la gente con menor resiliencia, llama pesimismo a esta manera de enfrentar situaciones de extraordinaria desventura. Como enfrentar la realidad es normalmente muy desagradable y emocionalmente devastador, solo la resiliencia protege a las personas de tales efectos. 2) La búsqueda de significado. A la habilidad para ver las situaciones con mucho realismo, le sigue la particular habilidad para construir y darle sentido a los momentos terribles. Todos conocemos personas que ante situaciones devastadoras lo primero que hacen es llevarse las manos a la cabeza y gritar, o llorar desesperadamente diciendo, ¿cómo puede estar pasándome esto a mí? . Este tipo de personas se ven a sí mismas como víctimas y viven esas experiencias demoledoras con la certeza de que no aportan ningún aprendizaje ni significado a sus vidas. Las personas con resiliencia, identifican y elaboran construcciones subjetivas significativas del sufrimiento, a partir de las cuales crean sentido de vida para ellos y para los demás. Las investigaciones evidencian que, las personas con resiliencia, en vez de preguntarse "¿por qué yo, por qué me está pasando esto a mí?" , se preguntan "¿por qué no?" . Al hacerse esta pregunta, comienzan a plantearse objetivos pequeños y específicos de todos los días, que les alumbran el camino con la misma certeza de que el sol estará allí mañana otra vez, a pesar de la adversidad inclemente. Esta construcción de significado todos los días es la mejor conexión con el futuro, porque hace manejable el presente, removiendo la sensación de que ese presente es gigantescamente agobiante y desesperanzador. El reto con el significado situacional es que se diluye con facilidad, la adversidad lo hace desaparecer rápido, y no porque uno lo haya encontrado una vez, el significado se va a mantener o uno lo va a encontrar de nuevo con facilidad, una vez haya desaparecido. Las personas resilientes conocen esta amenaza muy bien. Y saberlo se convierte en una cualidad para sobrevivir: ¡nunca lo olvidan!. Las personas que mejor y más rápido construyen significado en la desventura, evidencian tener un sistema de valores muy arraigados. Los valores personales son vitales, porque son caminos para interpretar y darle forma a los eventos en un entorno de desesperanza e infortunio. Como la iglesia católica por ejemplo, cuyo inmutable sistema de valores le ha permitido sobrevivir guerras, corrupción, chisme, cinismo, pedofilia, narcotráfico, sobornos y homosexualidad por más de 2000 años. 3) La habilidad para "inventarse una" . Improvisar en medio de la desventura y el infortunio con lo que se "tenga a la mano" , es la tercera cualidad de la resiliencia. Se trata de cierto tipo de creatividad e inventiva, aparentemente loca e ilógica, que permite improvisar soluciones sin contar con las herramientas y recursos apropiados. Las personas resilientes sacan lo máximo de lo que no tienen, le inventan usos nada comunes a los objetos a su alcance. Así lo han demostrado las experiencias de personas en los campos de concentración. La experiencia de UPS en el estado de Florida durante los mortales y devastadores huracanes de la década del 90, pasó a la historia como uno de los casos más notables del "inventarse una organizacional" . Y tú hermano , lo que estas viviendo hoy en este difícil trance de desventura e infortunio político, económico y social es muy grave y se va a poner peor, pero es muy real, te puedes inventar una en medio del caos y tu vida sí tiene sentido, porque tú eres una persona con la cualidad para sobrevivir y salir adelante en medio de la adversidad.
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